10-6-2013, Hispan TV
Más de un centenar de campesinos sin tierras que han acampado cerca de la hacienda Marina Cué en Curuguaty anunciaron que celebrarán el próximo día 15 un acto de conmemoración a las víctimas del año pasado y que en reclamo de sus derechos volverán a ocupar las tierras en mención entrando el día 16 a la hacienda.
La masacre de Curuguaty ocurrió el 15 de junio del año pasado, cuando numerosos efectivos de la Policía, bajo la orden del fiscal Jalil Rachid, intentaron desalojar a los campesinos que demandaban dichas tierras pertenecientes al Estado y registradas a nombre de un latifundista local; durante el enfrentamiento surgido entre ambas partes, personas no identificadas dispararon contra campesinos y policías; dejando un saldo de 17 muertos, 11 labriegos y seis agentes, decenas de heridos y varios detenidos.
El suceso llevó una semana más tarde al entonces presidente constitucional del país, Fernando Lugo, a enfrentar un juicio político apresurado en su contra celebrado por el Parlamento, en el que fue destituido de su cargo y sustituido pocas horas después por Federico Franco.
La iniciativa del Parlamento fue tildado como golpe de Estado parlamentario al considerarla una ruptura de la democracia y del orden constitucional del país. Ante ello, diversos países y organizaciones del mundo y de la región aislaron al gobierno de Franco; actitud que se mantendrá hasta la asunción del recién presidente electo, Horacio Cartes.
Los campesinos aseguran que actuarán por su cuenta si no se determina el carácter estatal de las tierras de Curuguaty, primer paso para reconocer sus derechos.
Más de un centenar de campesinos sin tierras que han acampado cerca de la hacienda Marina Cué en Curuguaty anunciaron que celebrarán el próximo día 15 un acto de conmemoración a las víctimas del año pasado y que en reclamo de sus derechos volverán a ocupar las tierras en mención entrando el día 16 a la hacienda.
La masacre de Curuguaty ocurrió el 15 de junio del año pasado, cuando numerosos efectivos de la Policía, bajo la orden del fiscal Jalil Rachid, intentaron desalojar a los campesinos que demandaban dichas tierras pertenecientes al Estado y registradas a nombre de un latifundista local; durante el enfrentamiento surgido entre ambas partes, personas no identificadas dispararon contra campesinos y policías; dejando un saldo de 17 muertos, 11 labriegos y seis agentes, decenas de heridos y varios detenidos.
El suceso llevó una semana más tarde al entonces presidente constitucional del país, Fernando Lugo, a enfrentar un juicio político apresurado en su contra celebrado por el Parlamento, en el que fue destituido de su cargo y sustituido pocas horas después por Federico Franco.
La iniciativa del Parlamento fue tildado como golpe de Estado parlamentario al considerarla una ruptura de la democracia y del orden constitucional del país. Ante ello, diversos países y organizaciones del mundo y de la región aislaron al gobierno de Franco; actitud que se mantendrá hasta la asunción del recién presidente electo, Horacio Cartes.
Los campesinos aseguran que actuarán por su cuenta si no se determina el carácter estatal de las tierras de Curuguaty, primer paso para reconocer sus derechos.
