Margarita Carrera
“El campesino, Carlos Cucul Tot fue asesinado hoy, en la madrugada, por un grupo de hombres armados, que a bordo de un camión, en horas de la madrugada que ingresó al terreno Campur Límite de Panzós, Alta Verapaz”. “Los compañeros del ahora fallecido, relataron que luego del asesinato los asesinos le ataron un lazo al cuerpo y lo arrastraron dentro del terreno, se supone que ese acto inhumano fue para sembrar zozobra y terror en el resto de campesinos y campesinas. El terreno donde se cometió ese condenable hecho lo está peleando la empresa cañera Chabil Utzak, cuyo interés es arrendarlo para la siembra de caña de azúcar. Este hecho se suma al atentado armado que trabajadores de la Chabil Utzaj cometieron sábado en contra de cinco campesinos del terreno Río Polochic, Panzós Alta Verapaz”.
“¿Hasta cuándo las autoridades gubernamentales van a permitir que los grupos armados que operan al margen de la ley en Panzós tiñan de sangre a la Madre Tierra? ¿Cuántos campesinos más deben morir o padecer amenazas de muerte, intimidaciones y terror, antes de que el Gobierno resuelva los casos de legalización y recuperación de la Madre Tierra en el Valle del Polochic? Condenamos enérgicamente los asesinatos de compañeros campesinos en la región: Antonio Beb Ac, Óscar Reyes, Margarita Chub Ché y ahora Carlos Cucul Tot… También condenamos y responsabilizamos al Gobierno por la situación de pobreza y hambruna en la que viven miles de familias campesinas que se han quedado sin tierra para cultivarla y sobrevivir de ello, por el acaparamiento de la tierra que está haciendo Chabil Utzaj”.
“Esta empresa dice que ha creado 900 empleos y que ha contribuido al desarrollo de Panzós con la producción de caña de azúcar, pero le recordamos que los habitantes de Panzós son más de 50 mil, entonces de qué desarrollo habla en su campo pagado publicado en prensa escrita ayer 30 de mayo…”.
Asimismo, se han enfurecido en contra de Yuri Melini, a quien atacan duramente en unas hojas que mandaron a todos los periódicos. No es la primera vez que lo atacan, lo único nuevo es que tal ataque lo enviaron a todos los periódicos, quienes lo incluyeron dentro de sus páginas.
¿Es esto legal? La libertad de prensa ¿hasta dónde llega? De todas formas yo no estoy de acuerdo con esta medida, y me entran sospechas muy grandes de qué es lo correcto. Como no lo pudieron eliminar físicamente, tratan de hacerlo moralmente.
Por lo menos, yo, como escritora y columnista de Prensa Libre, apoyo a Yuri Melini, a quien conozco desde hace muchos años y lo apoyo en todo aquello que ha venido realizando a favor de Guatemala, sobre todo, la importancia que les pone a los desposeídos.
Supongo que, como yo, Melini tiene muchas amistades dentro y fuera de Guatemala. Seguramente recibirá muchas misivas en donde se enriquezcan las firmas de quienes le conozcan bien.
Solamente quiero agregar un hecho. Hace varios años, cuando se le atacó no con palabras, sino con balas, de las que se libró, a Dios gracias, una vez llegó al Club Italiano, donde nadaba frecuentemente, y, al verlo corrí tras él, quien estaba siendo entrevistado. Total que salgo yo también con él en la entrevista, lo cual me dio mucha alegría cuando lo vi en la televisión.
Espero que haya abundantes firmas que lo reconozcan como uno de los más altos valores que tiene Guatemala.
