El Congreso ha tomado dos medidas acertadas: rechazar la ley de espionaje electrónico o pyraweb, y también la de garantía a las inversiones. Para los dos rechazos vale el mismo principio: esas dos leyes se prestan al abuso.
Después del escándalo provocado por las revelaciones de Edward Snowden, asilado en Rusia por denunciar la comisión de delitos comunes, ya no se puede presentar el proyecto pyraweb como si nada hubiera pasado. En Inglaterra, una comisión parlamentaria descubrió que ese espionaje se había utilizado con propósitos políticos. Si eso ocurre en un país con mayor tradición institucional, ya podemos imaginar qué sucederá en el Paraguay. Dicho sea de paso, y para mostrar la diferencia, cuatro jueces ingleses fueron destituidos y uno renunció por mirar videos pornos en horario de oficina.
La ley de garantía a las inversiones viola un principio básico de la Constitución, el de la igualdad. Concede un "congelamiento" de impuestos de hasta veinte años a quienes hagan grandes inversiones. Vale decir, quien tiene más dinero, paga menos impuestos. No hay ningún congelamiento del impuesto inmobiliario para quien vive en una casa con su familia y debe hacer milagros para llegar a fin de mes con sus modestos ingresos. Decir que esa persona común es menos productiva que una gran empresa es ignorar la historia: la crisis financiera de 2008, por ejemplo, no es obra del estado llano, sino de los gigantes financieros.
Los especuladores se han orientado también hacia el acaparamiento de tierras, o sea, la adquisición de grandes extensiones de tierra en los países pobres. El Paraguay no es una excepción. Aunque no existan datos precisos, porque el Gobierno no los tiene o no quiere darlos, a cada rato llegan informaciones alarmantes. Unos brasiguayos se apoderaron de más de 26.000 hectáreas en el Chaco, en la zona de Soldado Guaraní (Última Hora, 15-3-15). Se estima que el 60% de las tierras del Departamento de Alto Paraguay están en manos de propietarios brasileños.
En el Brasil, como en la Argentina y el Uruguay, existen leyes que restringen la compra de propiedades por extranjeros, no por tratarse de extranjeros, sino para impedir las manipulaciones de los capitales transnacionales especulativos. Este es el ejemplo que se debe seguir, en vez de dejarles usar y abusar del Paraguay, como vienen haciendo. La ley de garantías a las inversiones, como se señaló en la fundamentación de su rechazo, es más bien de garantías para los fondos buitres.
El rechazo se debió a la interna colorada. Pero ¿por qué no formar un frente opositor en el Congreso para darle garantías a la ciudadanía? Es justo y necesario, porque lo que le conviene al Ejecutivo no le conviene al país.
