Ganadería guaraní sigue captando más inversores
Ganadería guaraní sigue captando más inversores
Dato. Uruguayos compraron más de un millón de hectáreas
PABLO ANTÚNEZ
La ganadería guaraní sigue captando inversores pese a un incremento anual, constante, de 20% en el precio de la tierra. Los uruguayos se suman a los europeos y estadounidenses y miran un país de oportunidades y baja carga tributaria.
Los uruguayos ya han comprado más de 1 millón de hectáreas en el Chaco paraguayo -más que la superficie de Tacuarembó- y siguen mirando a Paraguay como un país de oportunidades y con un fuerte crecimiento en el área cárnica.
Los propios paraguayos, incluso el gobierno, tienen los ojos puestos en el Chaco, llamado a convertirse en un pulmón del desarrollo del país.
"Hay una dinámica de inversión y de precios que sigue en crecimiento. Prácticamente desde 1995 hasta la fecha, el aumento del precio de la tierra fue 20% anual, con un crecimiento constante y aún así sigue creciendo la inversión, tanto extranjera, como local", aseguró a El País Rodrigo Artagaveythia, director de Estudio 3.000 en Paraguay, empresa que maneja buena parte de las inversiones de compatriotas en suelo guaraní.
Artagaveythia fue de los primeros inversores uruguayos en suelo guaraní -en 1995- y asegura que con el ritmo actual de inversiones, "aquellos uruguayos que llegamos con poca plata, hoy cada vez tenemos menos lugar".
Pero además de los precios, lo que está cambiando hoy -según el director de Estudio 3.000- es la mentalidad del inversor. "Hay mucho crecimiento y desarrollo en el Chacho, con nuevas empresas entrando en el área de producción. El inversor de hoy está pensando en producir, no especula. Cambian los valores y cambian quiénes son los inversores que están comprando tierras. En 1990, quienes no entraban - porque invertir era una gran aventura-, con tierras a US$ 10 por hectárea, hoy entran con tierras a US$ 350 por hectárea, porque el país crece".
Artagaveythia asegura que "es difícil cuantificar hoy el crecimiento de la inversión uruguaya", porque "hay inversores extranjeros y locales que entran y salen del negocio. El cambio más significativo hoy se está dando en la transformación, ya no es más una inversión especulativa, es una inversión netamente productiva".
Para hacer ganadería en suelo guaraní, comprando tierra virgen y volviéndola productiva, se precisan US$ 1.250 por hectárea, a lo que hay que sumarle otros US$ 350 por hectárea en ganado.
"La tierra se valoriza, pero el negocio productivo es muy bueno. Una hectárea media en el Chaco produce 160 o 170 kilos de carne a un precio deprimido todavía -Paraguay aún no recuperó todos los mercados tras la crisis de la aftosa- significa un ingreso de US$ 280 o US$ 290 por hectárea, dejando un ingreso neto de alrededor de US$ 170 por hectárea (da una rentabilidad de entre 10% y 15%)", aseguró el entrevistado. En Uruguay, la producción promedio por hectárea ronda los 100 kilos.
Para Artagaveythia, el gran desafío de la carne paraguaya es hoy hacer valer más su marca país, que está siendo acompañada de una mejora genética importante.
En el Chaco hay un crecimiento anual de 500.000 cabezas y es acompañado por fuertes cambios en la industria frigorífica. "Un grupo brasileño está comprando un frigorífico importante, pero hay un componente de industria nacional grande, respaldado por tres frigoríficos de las colonias menonitas que son los que le dan al Paraguay una transparencia importante. Son frigoríficos de perfil cooperativo que le dan transparencia al mercado y tranquilidad a los productores", sostiene el director de Estudio 3.000.