Julio Prudencio B., (La Paz, XI, 2010)
Hace poco tiempo, la Fundación TIERRA ha publicado un informe sobre la extranjerización de tierras en el oriente del país (Concentración y extranjerización de la tierra en Bolivia, de M.Urioste. La Paz, octubre 2010), donde nos recuerda cómo este proceso de penetración data ya de hace varios años, calculando que en la actualidad hay un numero aproximado de 700.000 Has en manos de brasileros principalmente, pero también de argentinos, peruanos y colombianos quienes se dedican a la producción de soya y la crianza de ganado.
Al respecto, además del buen análisis realizado y los datos ofrecidos, es necesario resaltar y complementar algunos aspectos que están muy ligados a la extranjerización de las tierras.
En primer lugar hay que señalar que la mayoría de las tierras en manos extranjeras y/o en condominio con nacionales se dedican a la producción de soya transgénica. Según algunas fuentes oficiales, el 85% de la actual producción de soya es transgénica (ORS:2009) y se comercializan (1) públicamente en Santa Cruz, 43 variedades ilegales ya que el permiso caducó el año 2006 (Oficina Regional de Semillas de Santa Cruz). Y no solamente hay soya transgénica sino también ya están cultivando maíz transgénico (Bt) y algodón transgénico (RR y Bt) como verifican algunas instituciones en trabajos de campo (Crespo M.Angel, “El mito de la seguridad y soberanía alimentaria en Bolivia” PROBIOMA , Santa Cruz 2010)
Cada día hay más denuncias sobre los efectos negativos de la producción de los transgénicos, tanto a nivel del medio ambiente como en la salud humana, en el desplazamiento de otros cultivos destinados a la alimentación humana, la intensa utilización de agroquímicos, el uso intensivo de agua y otros aspectos ampliamente detallados. A nivel nacional, este cultivo invadió tierras no aptas para la agricultura en zonas muy frágiles, en ecosistemas únicos y fundamentales para la conservación de la biodiversidad, como señalan diversos estudios.
A pesar de esos efectos negativos que ya son públicamente conocidos, lo que más llama la atención es que la práctica de los biocombustibles y el acaparamiento de tierras por parte de los inversores externos es algo completamente reñido con el postulado de la Soberanía Alimentaria que el gobierno plantea en sus discursos y políticas, al igual que con los planteamientos de Vía Campesina y de los Movimientos Sociales a los cuales se adhiere ideológicamente; y atentatoria al derecho Humano a la Alimentación Adecuada que el representante de NNUU Sr Olivier de Schutter denuncia permanentemente y con mucha claridad (www.srfood.org)
El hecho de que en la NCPE se haya borrado el artículo planteado inicialmente de que “se prohíbe la producción, importación y comercialización de transgénicos” y se haya tranzado con un artículo tan abierto e incierto (Art. 409) que dictamina que “la producción, importación y comercialización de transgénicos será regulada mediante ley”, permite esos hechos; al igual que el artículo 399 de la CPE que permite la existencia de extensiones superiores a las 5.000 Has establecidas antes de promulgada la ley, lo que significó legalizar los latifundios (con el sólo hecho de que cumplan la Función Económica Social) ya existentes previos a la promulgación de la NCPE.
Un segundo aspecto que es necesario complementar en el Informe referido a la extranjerización de tierras y a la producción de los transgénicos es que éstos incrementan el uso de insecticidas, pesticidas y demás agroquímicos. Según estadísticas del INE, en los últimos años las importaciones de insecticidas, fungicidas y herbicidas se han incrementado en un 306%
Bolivia-Importaciones de agroquímicos 2000-2010 (Tm)
Productos químicos |
2000 |
2005 |
2007 |
2010 |
Insecticidas |
|
5.535 |
5.971,2 |
8.530,2 |
Funguicidas |
|
1.945 |
2.441,4 |
838,5 |
Herbicidas |
|
11.829 |
14.138,9 |
17.300,3 |
Total |
8.694 |
19.309 |
22.551,5 |
26.669,0 |
Fuente: INE, Comercio exterior
Según diversas fuentes especializadas, en la actualidad hay una excesiva utilización de agroquímicos en la región de Santa Cruz que alcanza a un promedio de 20 aplicaciones de agroquímicos (2) por cultivo (aunque también hay que resaltar que en otras regiones del país como por ejemplo en Río Chico -muy próximo a la ciudad de Sucre- hay hasta 17 aplicaciones de agroquímicos). En todos los casos, no hay ningún control, monitoreo ni intención de frenar estas prácticas (3) tan dañinas, lo que lógicamente no sólo produce alimentos “inadecuados” para el consumo humano sino que daña la salud de los agricultores, contamina las tierras, las aguas de los ríos y lagunas, y el medio ambiente (escarabajos, abejas, arañas y otros).
Otro aspecto a mencionar es que esa lógica del acaparamiento de tierras, la producción de transgénicos y el excesivo uso de agroquímicos no es una iniciativa de los agroindustriales nacionales sino que obedece a la lógica capitalista y a intereses de las empresas e inversiones transnacionales expresada a través de la “influencia brasilera”, no sólo hacia Bolivia sino hacia Argentina y Paraguay.
La geopolítica del sector financiero Brasileño y de los grandes intereses capitalistas no sólo se tomaron al gobierno de Lula sino también a varios miles de kilómetros de tierras de los países fronterizos mencionados.
Y cuando se afirma que no sólo son inversiones brasileras las que están acaparando tierras sino sobre todo capitales extranjeros se hace referencia a la permanente promoción que existe en Europa para que se invierta en América Latina (y por supuesto en los países del África y Asia) donde hay posibilidades de ganancias elevadas.
Recientemente se ha realizado en Europa un foro sobre inversiones agrícolas, donde diversos administradores de capital privado y de fondos nombraron a Sudamérica como el principal lugar para comprar, arrendar y administrar tierras agrícolas con fines de lucro (“Sudamérica en la mira de inversionistas agrícolas”; 12/XI/2010; farmlandgrab.org; [email protected]).
Ahí se aprecia que las tierras en Brasil, Argentina, Bolivia, Uruguay y Paraguay están entre los activos más preciados en el nuevo mercado global de terrenos agrícolas que surgió de la mano del alza en los precios de las materias primas. Así, con los precios de las materias primas en niveles máximos en los próximos años, la compra de tierras agrícolas es vista como la forma más directa de lucrar con los cultivos y de aprovechar la apreciación a largo plazo de los terrenos agrícolas, como expresan algunos participantes del foro.
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“El mercado sudamericano está en auge en este momento”, Mark Zenuk, director general del fondo NGP Global Adaptation Partners, de 3.000 millones $us dólares.
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“…se está buscando más oportunidades de acuerdos de producción agrícola y alimentaria” Black River Asset Management, que forma parte de la gigante transnacional estadounidense Cargill [CARG.UL ], quién ya controla 50.000 hectáreas de tierras productivas en la región.
“Para la mayoría de los inversores, la agricultura es una clase de activos muy, muy nueva”, Tim Hornibrook de Macquarie Agricultural Funds Management.
Fuente: Sudamérica en la mira de inversionistas agrícolas
El mapa presentado en dicho foro es ilustrativo de por sí. Para la promoción de la compra, arriendo y administración de las tierras y el cultivo de la soya en Bolivia se promociona ya no sólo la región de Santa Cruz sino también en el Chaco, la amazonía del Beni y en los valles de La Paz, Cochabamba y otros.
Finalmente, no es aventurado afirmar que cuando esos inversionistas se enteren de que la CPE de Bolivia es tan incierta y abierta a una serie de negociaciones en esos temas, cuando terratenientes nacionales validados por la NCPE están deseosos de formar parte de esas inversiones, no hay control en el uso indiscriminado de agroquímicos y un inexistente monitoreo por parte de las autoridades nacionales, seguramente invertirán más en la adquisición/arriendo/administración de tierras para la producción de agro combustibles.
Por todo lo anterior y con el propósito de que se ponga en práctica la seguridad alimentaria y nutricional con soberanía alimentaria y el pleno ejercicio del Derecho Humano a la Alimentación, el gobierno debe actuar de forma urgente en estas cuestiones claves como la tenencia y venta de las tierras, las inversiones internacionales, las importaciones/uso de los agroquímicos, el uso y venta de las semillas transgénicas y el desarrollo de los agrocombustibles.
1 En la Feria Agropecuaria del Oriente de este año como en la de años pasados, varios stands vendían soya transgénica. “Una nueva variedad de soya transgénica será la innovación que presentará la Fundación para el Desarrollo Agropecuario-Fundacruz - en la 5ta. Versión de su feria Vidas 2008” Periódico La Razón (7/09/2008).
2 Usan insecticidas como el Methomyl, Endosulfan y otros en base a Metamidofos y Monorotafos a pesar de estar prohibidos internacionalmente por su alta toxicidad
3 Los únicos esfuerzos realizados para frenar o al menos disminuir este daño es por parte de algunos proyectos. Por ejemplo, la Fundación PASOS en su proyecto “Dinamización del Mercado Local para Productos Limpios” financiado por ICCO, ha logrado reducir las aplicaciones de agroquímicos de 17 a 7 en la producción de hortalizas en varias comunidades de Río Chico (Chuquisaca), a niveles aceptables para el consumo humano, con la perspectiva de alcanzar una producción ecológica en su totalidad.