24-1-2013, Telam
El jefe de la delegación del gobierno colombiano en el diálogo de paz en La Habana, Humberto De la Calle, presentó hoy su balance del tema agrario, primer punto de la agenda, al iniciarse hoy un nuevo receso de las conversaciones hasta el 31 de enero, al decir que "debemos garantizar la obligación (constitucional) de facilitar el acceso progresivo de los campesinos a la tierra".
También descartó, citado por los diarios bogotanos El Tiempo y El Espectador, un cese al fuego con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) hasta alcanzar un acuerdo de paz, "pues ello fortalecería a los rebeldes".
Según dijo De la Calle, en conferencia de prensa, la "ambición" del gobierno no se limita a llegar a un pacto con las FARC para terminar el conflicto, sino que "incluye también la necesidad de llegar a acuerdos que sienten bases sólidas para la construcción de la paz" y garantizar la "no repetición" de los enfrentamientos armados y "el cierre definitivo de la violencia en Colombia".
"Si no estabilizamos y recuperamos para el país y para sus habitantes las vastas regiones donde el conflicto echó raíz estamos expuestos a que éste se repita, por eso, el gobierno estuvo de acuerdo en que el problema agrario fuera el primer punto de la agenda”, señaló el ex ministro.
Para el gobierno, dijo, "el comienzo de la recuperación es la ampliación del acceso a la tierra para las decenas de miles de colombianos que no la tienen o la tienen de manera insuficiente”.
"Es través del acceso integral (a la tierra), esto es con acompañamiento técnico y productivo, como las familias campesinas podrán incrementar sus ingresos, darles una mejor educación a sus hijos y sentirse con los mismos derechos que cualquier otro colombiano. El gobierno es consciente de la necesidad de cerrar la brecha mediante la transformación del campo", afirmó.
Por su parte las FARC completaron hoy los últimos tres de los 10 puntos de su propuesta para enfrentar el problema agrario, y pidieron la revisión de todos los "tratados y de toda regulación supranacional de comercio, inversiones o propiedad intelectual" que "menoscaben la soberanía alimentaria" del país, en clara alusión al Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos, entre otros.
Los puntos de la propuesta de la guerrilla fueron leídos por Yuri Camargo, de un comunicado a la prensa donde también se propone poner límite a la extranjerización de la tierra.
Deben ser revisados o denunciados aquellos acuerdos que "promuevan su acaparamiento en manos de consorcios transnacionales o estimulen la especulación financiera, propicien la producción transgénica o la imposición de paquetes tecnológicos por transnacionales de los agronegocios o de la alimentación", señaló.
Para el cumplimiento de estas peticiones sobre el tema agrario, las FARC dijeron que debe conformarse "una nueva institucionalidad estatal y social de la economía y la sociedad rural colombiana".
En su declaración antes de ingresar a la última jornada del tercer ciclo de los diálogos de paz, el jefe del equipo negociador de la guerrilla, Iván Márquez, insistió en la necesidad de convocar una Asamblea Nacional Constituyente para refrendar los acuerdos de la mesa y en la necesidad de avanzar en un censo agropecuario.
Sobre el punto, el presidente Santos, declaró reiteradamente que los posibles acuerdos de la mesa de conversaciones serían sometidos a un eventual referendo, pero descartó de plano la posibilidad de una Asamblea Constituyente.
El mandatario dijo hoy al cuerpo diplomático en la Casa de Nariño (sede del gobierno) que el país tiene la esperanza de alcanzar la paz y de esta manera "poner fin a un conflicto anacrónico que ha sacrificado tantas vidas, destruido tantos recursos, y retrasado nuestro desarrollo".
"Hoy quiero agradecer a toda la comunidad internacional por el apoyo respetuoso y solidario que han dado a este proceso", dijo el presidente en esa reunión.
El desarrollo rural constituye el primero de una agenda de seis asuntos establecida como base de las conversaciones entre el gobierno y la guerrilla de las FARC, y que incluye otros temas, como las garantías para la participación ciudadana, el fin del conflicto armado y la solución al problema de las drogas ilícitas.
El jefe de la delegación del gobierno colombiano en el diálogo de paz en La Habana, Humberto De la Calle, presentó hoy su balance del tema agrario, primer punto de la agenda, al iniciarse hoy un nuevo receso de las conversaciones hasta el 31 de enero, al decir que "debemos garantizar la obligación (constitucional) de facilitar el acceso progresivo de los campesinos a la tierra".
También descartó, citado por los diarios bogotanos El Tiempo y El Espectador, un cese al fuego con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) hasta alcanzar un acuerdo de paz, "pues ello fortalecería a los rebeldes".
Según dijo De la Calle, en conferencia de prensa, la "ambición" del gobierno no se limita a llegar a un pacto con las FARC para terminar el conflicto, sino que "incluye también la necesidad de llegar a acuerdos que sienten bases sólidas para la construcción de la paz" y garantizar la "no repetición" de los enfrentamientos armados y "el cierre definitivo de la violencia en Colombia".
"Si no estabilizamos y recuperamos para el país y para sus habitantes las vastas regiones donde el conflicto echó raíz estamos expuestos a que éste se repita, por eso, el gobierno estuvo de acuerdo en que el problema agrario fuera el primer punto de la agenda”, señaló el ex ministro.
Para el gobierno, dijo, "el comienzo de la recuperación es la ampliación del acceso a la tierra para las decenas de miles de colombianos que no la tienen o la tienen de manera insuficiente”.
"Es través del acceso integral (a la tierra), esto es con acompañamiento técnico y productivo, como las familias campesinas podrán incrementar sus ingresos, darles una mejor educación a sus hijos y sentirse con los mismos derechos que cualquier otro colombiano. El gobierno es consciente de la necesidad de cerrar la brecha mediante la transformación del campo", afirmó.
Por su parte las FARC completaron hoy los últimos tres de los 10 puntos de su propuesta para enfrentar el problema agrario, y pidieron la revisión de todos los "tratados y de toda regulación supranacional de comercio, inversiones o propiedad intelectual" que "menoscaben la soberanía alimentaria" del país, en clara alusión al Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos, entre otros.
Los puntos de la propuesta de la guerrilla fueron leídos por Yuri Camargo, de un comunicado a la prensa donde también se propone poner límite a la extranjerización de la tierra.
Deben ser revisados o denunciados aquellos acuerdos que "promuevan su acaparamiento en manos de consorcios transnacionales o estimulen la especulación financiera, propicien la producción transgénica o la imposición de paquetes tecnológicos por transnacionales de los agronegocios o de la alimentación", señaló.
Para el cumplimiento de estas peticiones sobre el tema agrario, las FARC dijeron que debe conformarse "una nueva institucionalidad estatal y social de la economía y la sociedad rural colombiana".
En su declaración antes de ingresar a la última jornada del tercer ciclo de los diálogos de paz, el jefe del equipo negociador de la guerrilla, Iván Márquez, insistió en la necesidad de convocar una Asamblea Nacional Constituyente para refrendar los acuerdos de la mesa y en la necesidad de avanzar en un censo agropecuario.
Sobre el punto, el presidente Santos, declaró reiteradamente que los posibles acuerdos de la mesa de conversaciones serían sometidos a un eventual referendo, pero descartó de plano la posibilidad de una Asamblea Constituyente.
El mandatario dijo hoy al cuerpo diplomático en la Casa de Nariño (sede del gobierno) que el país tiene la esperanza de alcanzar la paz y de esta manera "poner fin a un conflicto anacrónico que ha sacrificado tantas vidas, destruido tantos recursos, y retrasado nuestro desarrollo".
"Hoy quiero agradecer a toda la comunidad internacional por el apoyo respetuoso y solidario que han dado a este proceso", dijo el presidente en esa reunión.
El desarrollo rural constituye el primero de una agenda de seis asuntos establecida como base de las conversaciones entre el gobierno y la guerrilla de las FARC, y que incluye otros temas, como las garantías para la participación ciudadana, el fin del conflicto armado y la solución al problema de las drogas ilícitas.