ENI, una multinacional que lucha por cumplir sus compromisos
La ONG Transportes y Medio Ambiente destaca a la empresa italiana ENI. Se acusa a la petrolera de no cumplir sus compromisos, pero también de no haber alcanzado los objetivos anunciados para los agricultores locales en África.
La ONG Transport & Environment (T&E) destaca las dificultades que encuentra la gran petrolera ENI en sus iniciativas de biocombustibles en África. El gigante energético italiano ha lanzado un vasto programa en seis países africanos destinado a cultivar aceite de ricino para biocombustible.
ENI dice que puede producir biocombustibles de manera sostenible, beneficiando a los agricultores africanos, como parte de una nueva asociación entre Italia y África. Sin embargo, en Kenia, los resultados son decepcionantes: solo se alcanzó una cuarta parte de los objetivos de producción en 2023. Los pequeños agricultores carecieron de apoyo logístico y capacitación adecuada, y su producción se vio fuertemente afectada por la sequía.
En Congo-Brazzaville, los resultados fueron aún menos satisfactorios: la producción ni siquiera superó la fase de pruebas. Sin embargo, ENI depende de grandes empresas agroindustriales en este país, lo que plantea interrogantes sobre la adaptabilidad de las plantas al contexto local y el impacto en las poblaciones locales, particularmente en términos de acaparamiento de tierras. Además, ENI ya produce biocombustibles de manera industrializada en otras regiones del mundo, en particular aceite de palma, responsable de la deforestación a gran escala.
Mentiras sobre “sin aceite de palma”
No es la primera vez que se señala a ENI. Hace tres semanas, la ONG ya criticó al italiano por no respetar sus compromisos. Pero esta vez, más que un fracaso en su estrategia, fue la actitud de ENI la que se destacó. Una investigación de Transportes y Medio Ambiente reveló que el gigante petrolero italiano ENI siguió utilizando productos a base de aceite de palma, a pesar de su compromiso de estar “libre de aceite de palma” para finales de 2022.
La investigación mostró que varios barcos transportaron productos de aceite de palma desde Indonesia a Italia en 2023, utilizados para producir biodiesel en las refinerías de ENI.
ENI fue multada con 2020 millones de euros en 5 por publicidad engañosa sobre “diésel verde”. A pesar de su compromiso de dejar de utilizar aceite de palma para finales de 2022, los términos vagos utilizados por la empresa provocan una falta de transparencia. Las refinerías de Gela y Venecia continuaron importando PFAD hasta finales de 2023, como lo confirmó una respuesta escrita de ENI a T&E en enero de 2024.
Aunque ENI comunica sobre la sustitución del aceite de palma crudo por “materias primas sostenibles”, los PFAD son en realidad un elemento clave de la cadena de valor del aceite de palma y generan el doble de emisiones que el diésel fósil. Los barcos estudiados por T&E siguieron un patrón similar, transportando PFAD desde puertos indonesios a refinerías de ENI en Italia, lo que plantea dudas sobre la sostenibilidad real de los biocombustibles.
Esta investigación destaca las prácticas de la industria petrolera y destaca la necesidad de una mayor transparencia y medidas concretas para reducir el impacto ambiental de los biocombustibles
