1-10-2011, El Argentino
En rigor existen casi veinte proyectos para normar sobre la tenencia de la tierra, especialmente en manos extranjeras, pero son pocos los legisladores que asisten a las comisiones legislativas. A pesar de que este tema fue especialmente pedido por la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, los legisladores del oficialismo se caracterizan por sus faltazos.
Más que legislar sobre el derecho de extranjeros a comprar tierras, deberían legislar sobre el uso de la tierra. De todos modos, está claro que por el momento este tema sólo es invocado cuando hay especulaciones electorales, porque está a la vista que no hay por el momento vocación política para abordarlo.
Un ejemplo es más que elocuente: la comisión de Agricultura y Ganadería de la Cámara de Diputados se reunió una sola vez para abordar este tema, pero lo hizo sin quórum no sólo provocado por el oficialismo sino también por la oposición.
Es urgente que se establezca un control eficiente y fehaciente sobre el uso de la tierra y respetar el Artículo 124 de la Constitución Nacional que establece que el dominio originario de los recursos naturales pertenece a las provincias.
Si todos coinciden que la tierra es el mayor recurso que tiene un país, no se explica por qué esta actitud de los legisladores.
Luego habrá que resolver bien cómo intervendrán los Registros de la Propiedad Inmueble que fueron organizados por las provincias. A manera de ejemplo, Entre Ríos tiene un Registro por cada departamento (son17 en total) y ello implica articular muy bien los sistemas si se piensa en un Registro Nacional de Tierras. Y no hay que olvidar que por suerte en Argentina todos los extranjeros tienen iguales derechos que los nacionales.
Es interesante detenerse en el proyecto de Ley de Tierras de la Federación Agraria Argentina, dado que propone abordar este tema no desde la perspectiva de ponerle un límite a la extranjerización, sino de velar por el resguardo ambiental, combatir a los pool de siembra y especialmente implementar un sistema de colonización que beneficie a los pequeños y medianos productores.
El futuro del país está en la tierra y por eso es importante que los legisladores, que tanto hablan de tener un proyecto nacional, alguna vez asuman una responsabilidad histórica y velen por la seguridad jurídica de quienes trabajan la tierra. Pero, con su silencio, con su negativa a abordar el tema solamente favorecen a los grandes terratenientes sean de la nacionalidad que sean.
Por eso es mejor legislar sobre el uso de la tierra y no discriminar a nadie por su nacionalidad.
La tierra es un recurso estratégico natural, que tiene la particularidad de que es escaso y no renovable. Es momento de darle un orden y preservar para las generaciones actuales y futuras todo su potencial.
En rigor existen casi veinte proyectos para normar sobre la tenencia de la tierra, especialmente en manos extranjeras, pero son pocos los legisladores que asisten a las comisiones legislativas. A pesar de que este tema fue especialmente pedido por la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, los legisladores del oficialismo se caracterizan por sus faltazos.
Más que legislar sobre el derecho de extranjeros a comprar tierras, deberían legislar sobre el uso de la tierra. De todos modos, está claro que por el momento este tema sólo es invocado cuando hay especulaciones electorales, porque está a la vista que no hay por el momento vocación política para abordarlo.
Un ejemplo es más que elocuente: la comisión de Agricultura y Ganadería de la Cámara de Diputados se reunió una sola vez para abordar este tema, pero lo hizo sin quórum no sólo provocado por el oficialismo sino también por la oposición.
Es urgente que se establezca un control eficiente y fehaciente sobre el uso de la tierra y respetar el Artículo 124 de la Constitución Nacional que establece que el dominio originario de los recursos naturales pertenece a las provincias.
Si todos coinciden que la tierra es el mayor recurso que tiene un país, no se explica por qué esta actitud de los legisladores.
Luego habrá que resolver bien cómo intervendrán los Registros de la Propiedad Inmueble que fueron organizados por las provincias. A manera de ejemplo, Entre Ríos tiene un Registro por cada departamento (son17 en total) y ello implica articular muy bien los sistemas si se piensa en un Registro Nacional de Tierras. Y no hay que olvidar que por suerte en Argentina todos los extranjeros tienen iguales derechos que los nacionales.
Es interesante detenerse en el proyecto de Ley de Tierras de la Federación Agraria Argentina, dado que propone abordar este tema no desde la perspectiva de ponerle un límite a la extranjerización, sino de velar por el resguardo ambiental, combatir a los pool de siembra y especialmente implementar un sistema de colonización que beneficie a los pequeños y medianos productores.
El futuro del país está en la tierra y por eso es importante que los legisladores, que tanto hablan de tener un proyecto nacional, alguna vez asuman una responsabilidad histórica y velen por la seguridad jurídica de quienes trabajan la tierra. Pero, con su silencio, con su negativa a abordar el tema solamente favorecen a los grandes terratenientes sean de la nacionalidad que sean.
Por eso es mejor legislar sobre el uso de la tierra y no discriminar a nadie por su nacionalidad.
La tierra es un recurso estratégico natural, que tiene la particularidad de que es escaso y no renovable. Es momento de darle un orden y preservar para las generaciones actuales y futuras todo su potencial.
